Antes de realizar la actividad deportiva es importante hacer estiramientos para preparar nuestros músculos para el esfuerzo físico que viene. La acción de estirar no es más que flexionar o alargar una serie de músculos para buscar una mayor elasticidad y mejorar el tono muscular. Previo a comenzar el estiramiento es importante tener en cuenta estos cinco consejos 👇🏻
GUARDA ESA ENERGÍA PARA EL EJERCICIO, AHORA SÓLO ESTIRA
Si te planteas hacer una sesión deportiva intensa no es necesario esforzarte también en el estiramiento, quien mucho aprieta poco abarca. En cambio, si llevas unos días de ejercicio intenso tu musculatura puede encontrarse dolorida y en el estiramiento resentirse, es mejor no forzar ese previo y suavizarlo o planificar tu ejercicio con algunos días de descanso.
NI MUCHO NI POCO, LO JUSTO
El estiramiento debe realizarse durante un tiempo concreto. De nada servirá que sea demasiado breve considerando que nuestros músculos ya están preparados para el ejercicio intenso. El estiramiento afecta directamente al tejido muscular así que para trabajar un grupo de músculos concreto debe dedicarse al menos entre 20-30 segundos y si la zona está dolorida deberá ser de unos 60 segundos (eso sí, sin dolor alguno).
BYE BYE LESIONES
Si el grupo muscular que vas a tratar produce dolor al realizar un estiramiento es mejor descansar. El estiramiento debe realizarse de forma gradual y lenta. Es muy importante no realizar movimientos articulares extremos en los estiramientos. Mejorar la flexibilidad muscular con el estiramiento nos ayudará a evitar lesiones. Recientes estudios indican que el entrenamiento neuromuscular puede reducir las lesiones hasta en un 50%.
CONSTANCIA Y MÁS CONSTANCIA
Se recomienda realizar estiramientos al menos tres veces por semana y con una duración de unos 10 a 20 minutos para mantener la flexibilidad.
EL ESTIRAMIENTO LA SANGRE ALTERA
El estiramiento mejora la circulación sanguínea, de hecho, cuando realizamos el estiramiento conseguimos que la circulación sanguínea comience a “oxigenar” más las zonas musculares y con ello preparar a nuestro corazón para un mayor y mejor trabajo al comenzar el ejercicio.
